El sector de la construcción es uno de los negocios más grandes del mundo, emplea a millones de personas y contribuye con miles de millones de dólares al PIB global. A pesar de su relevancia en el mercado internacional, todavía persisten muchos mitos sobre esta industria, particularmente entre aquellos que no están directamente involucrados en el campo. Todos conocemos a algún familiar o amigo, experto, claro está, en todas las materias, y sin excepción, en el mundo de la obra, sin duda un buen tema de conversación para los más eruditos. Si bien como dice el buen refrán “más vale tonto callado, que listo pesado” mucho exponen su condición, hablando de más.  En este artículo, discutiremos algunos de los cuñadismos más comunes sobre la construcción y estudiaremos si son o no ciertos. 

“El trabajo en obra es extremadamente peligroso y contamina mucho” 

Una de las falsas ideas más extendidas sobre la industria de la construcción es que el trabajo en construcción es muy arriesgado. Si bien es cierto que los trabajadores de la construcción enfrentan ciertos riesgos, como trabajar en altura o manejar maquinaria pesada, la industria ha logrado avances significativos en las medidas de seguridad en los últimos años. Además, muchas empresas del sector cuentan actualmente con estrictos protocolos y procedimientos de seguridad para minimizar los riesgos y mantener seguros a los trabajadores. En grupo zaragoza 2012 contamos con un departamento exclusivo de prevención de riesgos laborales, encargado de la planificación, organización, ejecución y supervisión de la prevención de riesgos, para evitar accidentes de trabajo y enfermedades profesionales. 

Además, los avances en tecnología y materiales también han llevado a un mayor enfoque en la limpieza y la sostenibilidad en la industria de la construcción. Por ejemplo, muchos sitios de construcción ahora utilizan materiales y métodos ecológicos, como acero reciclado y techos verdes, para reducir los desechos y minimizar el impacto de la actividad económica en el medio ambiente. 

“La construcción es un trabajo poco calificado”.

Como no, la madre de los prejuicios sobre la industria de la construcción es que es un trabajo poco calificado. En realidad, la industria de la construcción requiere una amplia gama de habilidades y experiencia, desde ingeniería y diseño hasta gestión de proyectos y oficios especializados. Para tener éxito en este sector, los trabajadores deben tener un conocimiento profundo de los códigos de obra,  los materiales y técnicas de construcción y una variedad de otros factores importantes.

Además, muchos trabajadores han completado una amplia capacitación y certificaciones para trabajar en el campo. Por ejemplo, los electricistas, los plomeros y los carpinteros suelen pasar por extensos aprendizajes y deben aprobar exámenes de licencia para trabajar en sus respectivos oficios.

“La construcción es una industria que evoluciona lentamente”

Otro concepto erróneo común sobre la industria de la construcción es que se mueve lentamente y se resiste al cambio. Sin embargo, éste no es el caso. La industria de la construcción está en constante evolución, con la introducción regular de nuevas tecnologías y materiales. Por ejemplo, la impresión 3D, la construcción modular y las tecnologías de realidad virtual están revolucionando la forma en que se diseñan y construyen los edificios.

Además, la industria de la construcción también se está volviendo más eficiente y optimizada, gracias a los avances en el software de gestión de proyectos y otras herramientas. Mediante el uso de la tecnología para agilizar los procesos y mejorar la comunicación, los proyectos de construcción se completan de manera más rápida y eficiente que nunca.

“La construcción es solo para hombres.”

Otro mito  persistente sobre la industria de la construcción es que es solo para hombres. Si bien es cierto que la construcción sigue siendo una industria dominada por hombres, las mujeres están logrando avances significativos en el campo y desempeñando papeles importantes en todos los aspectos de la construcción. Las mujeres trabajan como arquitectas, ingenieras, gerentes de proyectos y trabajadoras calificadas, entre muchos otros roles.

Además, existe un reconocimiento creciente de la importancia de la diversidad y la inclusión en la industria de la construcción. Muchas organizaciones e iniciativas están trabajando para alentar a más mujeres y grupos subrepresentados a ingresar al campo y brindarles el apoyo y los recursos que necesitan para tener éxito.

 

“Al sector de la construcción le afectan mucho las crisis económicas”

Una de las afirmaciones más controvertidas, heredera de los daños en la crisis económica del 2008. Durante este periodo de tiempo, muchas empresas de construcción en España quebraron y el país experimentó una disminución significativa en la actividad de construcción. La crisis también tuvo un efecto dominó en la economía en general, lo que provocó altos niveles de desempleo y un período prolongado de recesión económica. Sin embargo, se sabe que a lo largo del último siglo, es menos sensible a las recesiones económicas que muchas otras industrias, aunque no inmune. 

A pesar de los desafíos planteados por la crisis de la construcción de 2008, la industria de la construcción española se ha recuperado desde entonces y la inversión en nuevos proyectos de construcción se ha recuperado en los últimos años. Sin embargo, las lecciones de la crisis han llevado a un mayor enfoque en el desarrollo sostenible y prácticas de inversión más cautelosas en la industria. 

Ya sea porque se considere un sector peligroso, contaminante, volátil en lo económico, en boca de los expertos de la elocuencia popular, estas afirmaciones se quedan un tanto vacías, y pobres en desarrollo. Como hemos visto, el sector de la construcción ayuda a generar millones de puestos de trabajo, y en consecuencia, un impacto positivo para la economía global. Si bien no ha sido siempre así, la industria de la construcción está implementando cambios en el terreno tecnológico, ético y medioambiental, que traza un dibujo de esperanza y camino prometedor en el terreno económico y humano.